domingo, 22 de febrero de 2015

Leche, yogur, queso, helados... ¡¡Una multitud de posibilidades!!

Si la semana pasada comenzaba hablando del encuentro de Barcelona, esta semana ha tocado Madrid, durante 3 días, han sido las "XIX Jornadas Internacionales de Nutrición Práctica", y de nuevo, ahí estábamos.

Ha sido una semana intensa sin duda, entre las jornadas, el trabajo, y 2 cursos extra que me apunté, de uno de ellos hago mención especial ya que fue sin duda muy interesante; ya dedicaré otro post a hablar de ello. Volviendo al tema, casi no me ha dado tiempo ni a respirar.



Hoy hablaré de los lácteos, un grupo de alimentos muy importantes para nuestra dieta, pero que sin embargo cada vez está disminuyendo más su consumo debido a falsas creencias, y al gran desconocimiento de sus efectos beneficiosos y su importancia de incluirlos en la dieta.

Pero para ello, vamos a comenzar hablando de lo que es un lácteo.

La RAE nos lo define como "perteneciente o relativo a la leche"; por lo tanto, en este grupo se encuentran desde los distintos tipos de leche hasta todos sus derivados; quesos, helados, nata, yogures, cuajadas... 



Y... ¿Qué nos aportan los lácteos como grupo?
  • Los lácteos son la 2º fuente principal de proteínas en la dieta de un adulto (la primera sería la carne).
  • Son proteínas de alto valor biológico (nos aportan gran cantidad de aminoácidos)
  • De ellos obtenemos el principal aporte de calcio, sería muy difícil tener una dieta equilibrada con un aporte adecuado de calcio si excluimos los lácteos.

  • Tienen gran cantidad de vitaminas y minerales.
  • Tienen bajo contenido calórico (aquí habría que hacer distinciones; no es lo mismo la leche desnatada que un queso graso, pero consideremos que las leches, los yogures y los quesos bajos en grasa no tienen suponen gran aporte de calorías)
¿ Cuál es la evidencia científica de los lácteos en distintas enfermedades?
  • Tienen efecto anticariogénico. Esto es debido a uno de sus componentes, la caseína.

  • Papel protector de la obesidad; lo cuál es por varios factores:
    • El calcio, inhibe la lipogénesis (formación de grasa) y favorece la lipolisis (rotura de grasa)
    • El calcio puede "arrastrar" cierta cantidad de la grasa de la dieta
    • Tiene poder saciante.
    • Disminuye el hambre en las horas posteriores.
  • Diversos estudios en ratas y niños han demostrado que contribuye a la disminución de la tensión arterial; debido a unos péptidos que se encuentran en las proteínas de la leche.
  • Tiene un papel protector en el cáncer de mama y colon.
  • Contribuye a evitar la osteoporosis, debido al aporte de calcio y vitamina D.
  • Favorece el crecimiento. Ya sabéis, el anuncio de los Petit Suisse de toda la vida, y ya de manera más científica, un estudio ha concluido que ingerir en la infancia 245 ml leche al día, supone un aumento de 0.4 cm al año.

  • Se está estudiando su papel en el estrés oxidativo (que promueve diversas enfermedades) y en el alzheimer.
Por todo esto, es muy importante el consumo adecuado de lácteos; sobre todo en las edades tempranas; se ha demostrado, que el aporte de calcio que tomamos hasta la juventud influirá en los niveles de masa ósea cuando seamos mayores.

Otro de los problemas de que disminuya su consumo, es que se suelen sustituir por refrescos, que tienen mayor contenido calórico, y además no nos aportan las vitaminas y minerales que aporta la leche.



Y cómo los que seáis padres sabréis mejor que yo, los niños suelen imitar las conductas de sus padres; por lo que papas y mamas que nos leáis (Sobre todo mamás, que las mujeres solemos dejar de tomar leche más a menudo)¡¡no dejéis de tomar lácteos, aunque sólo sea para que los niños os copien!!



En otra entrada hablaremos de las diferencias de cada lácteo, y que nos aporta cada uno de ellos. De momento, espero que este post os haya servido para ver la importancia de este gran grupo de alimentos, y os animo a todos a su consumo.

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