¡¡Buenas noches!! Espero que hayáis tenido un buen fin de
semana, y que el comienzo de semana esté lleno de energía y ganas.
Hoy voy a hablar sobre los zumos y los smoothies.
Resulta que el Domingo pasado salí a comer fuera con unas
amigas; tras la comida y paseo, decidimos ir a una terraza a tomar algo (ya
sabéis lo que hablábamos en el post de hace 2 semanas; este tiempo parece que
nos obliga a ir a una terraza).
Pues bien, después de decidir a dónde íbamos, nos decantamos
por Ramses, en la Puerta de Alcalá, seguro que la mayoría lo conocéis o habéis
ido alguna vez. Es un sitio bastante agradable, con una terraza cómoda y
música; plan ideal para una tarde de Domingo vamos.
Y una vez allí, nos traen la carta, y me paro en la última
página: “Zumos y Smoothies”, todos sabemos de manera general, la diferencia
entre un zumo y un smoothie; pero vamos a hablar sobre ello.
Zumo: El zumo se obtiene a través de la expresión mecánica
de las distintas frutas. Todos hemos hecho un zumo de naranja en casa, ponemos
la mitad de la naranja en el exprimidor y al final nos quedamos con la piel y la mayor parte de
la pulpa de un lado (que tiramos a la basura) y el zumo queda abajo.
Smoothie: Para hacer un smoothie (o un batido), la fruta no
la obtenemos a partir de un zumo; si no a partir de un licuado; ¿cuál es la
diferencia? Bien, al licuar la fruta, simplemente estamos pelándola (como mucho, hay algún tipo de fruta que la licuamos entera), de manera
que no le estamos quitando la pulpa, ni otras zonas de la fruta comestible; ni, por tanto, la mayor parte del contenido en
fibra.
A partir de ahí, la licuamos, le añadiremos yogur (la recomendación general
sería que fuese desnatado) para hacer un smoothie o leche (También desnatada)
para hacer un batido. Hemos de tener cuidado con el azúcar que añadimos, hay
muchas frutas que no les hará falta añadir azúcar, obteniendo de esta manera un
producto más saludable, y con menos kcal.
Ahora bien, ¿Qué ventajas tiene un smoothie frente a un
zumo?
Las frutas, son una parte muy importante en nuestra
alimentación, contienen gran cantidad de vitaminas, minerales y fibra; pero,
también contienen gran cantidad de azúcar.
Cuando nosotros tomamos una pieza de fruta entera; estamos
consumiendo partes que tienen gran contenido en fibra y nutrientes (la pulpa) y partes con mayor
contenido en azúcar (la zona “naranja” de la naranja para entendernos).
En los zumos, al quitar la pulpa, y por tanto, la fibra,
será casi (entendamos el casi entre
comillas) como tomar agua con azúcar; y todo el azúcar que tiene la naranja, se
absorberá en el cuerpo de manera rápida, provocando picos de glucemia.
En los batidos en cambio, no eliminamos toda esa pulpa como
lo hacemos en los zumos, por lo tanto, estamos ingiriendo fibra, minerales y
vitaminas; aunque, ¡Cuidado! Con esto no quiero decir que los estemos tomando
de la misma manera que si tomásemos la fruta entera, puesto que como a todos os
habrá dicho vuestra madre alguna vez “Tomaos rápido el zumo que se le van las
vitaminas”, dicho así de manera general, este comentario que todos odiábamos de
pequeños, debe recordarnos que en la mayoría de los procesos de elaboración se
pierde parte del valor nutricional de los alimentos originales.
Una vez explicado de manera breve el proceso y las
principales diferencias entre las 2 cosas, ¿Cuál es la recomendación final?
La primera opción, siempre deberá ser la pieza de fruta
entera, por varias razones:
- Al tomar la pulpa, tomamos toda la cantidad de fibra, vitaminas y minerales de esa pieza de fruta.
- Al masticar, siempre se obtiene mayor sensación de saciedad, de forma que en las dietas para perder peso, siempre nos va a llenar más una naranja que un zumo de naranja.
- Por último, ¿Quién toma el zumo de una naranja? La realidad es que un zumo de naranja contiene como poco 2-3 naranjas.
Después, nos decantaríamos por el batido:
- No eliminamos la pulpa, por lo que estamos tomando mayor cantidad de nutrientes que en el zumo.
- No existirán los picos de glucosa acentuados del zumo, puesto que seguimos ingiriendo fibra que nos regulará esto.
Y por último, estarían los zumos:
- Los zumos estarían aconsejados en personas que tras operaciones de boca o intervenciones en los dientes, etc. no pueden masticar o tragar con normalidad.
- Pero siempre hemos de tener en cuenta que tomar un zumo de naranja, es el equivalente a tomarnos la parte azucarada de unas 3 naranjas sin la mayor parte de su aporte en fibra.
Después de esta entrada, me gustaría hacer una aclaración; cierto es, que según lo anterior, parece que los zumos son malísimos y que no debemos tomarlos nunca; pero ¡No saquemos las cosas de quicio! Esto ha sido una comparación entre las 3 versiones de tomar una pieza de fruta. A ver si el próximo Domingo, cuando estemos en la correspondiente terraza, ¡vamos a pedir una copa porque en Lechuga & Pechuga dicen que el zumo tiene mucho azúcar!
Un zumo siempre es una versión saludable de tomar fruta, y aunque se pierdan parte de las propiedades, no son todas (De ahí el casi entre comillas del que hablaba antes).
Un saludo a todos, ¡Qué tengáis buena semana!
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