jueves, 17 de marzo de 2016

¿Por qué engordan los azúcares?

Estamos acostumbrados a escuchar 3 grupos de macronutrientes: las proteínas, los hidratos de carbono o glúcidos y las grasas o lípidos; y de manera inmedianta, siempre que escuchamos hablar de este tema, nos viene a la cabeza una idea preconcebida: ¡Las grasas son las que engordan!; y, por supuesto, esto es cierto, de hecho, si nos fijamos meramente en las kcal que aportan cada gramo de nutriente, las grasas son las que más engordan:


Hidratos de carbono : 4 kcal/gramo
Protéinas: 4 kcal/gramo
Lípidos: 9 kcal/gramo

Pero bien, ¿Cómo y para que usamos cada uno de estos macronutrientes? Obviamente, esto es un proceso mucho más complejo que el que os voy a contar a continuación, pero voy a intentar centrarnos en el tema, y hablar sólo de uno o dos temas (todos aquellos que queráis profundizar, podéis preguntarme sin problema :) )

Las proteínas tienen función estructural, nos ayudan (entre otras muchas cosas) a la regeneración muscular, de ahí a que cuando acabemos de hacer deporte tomemos proteínas. De las consecuencias que pueden desencadenar las dietas hiperproteicas ya hemos hablado hace unos meses.

Las grasas tienen función de reserva energética, forman parte de las membranas celulares y también participan en el transporte de vitaminas liposolubles. Hay que tener en cuenta que dentro de los lípidos hay muchas clases, aspecto al que dedicaré una entrada próximamente.

Y ya por último, hablaremos de los HC, su principal función es energética, nos van a proporcionar energía para movernos, pensar... de hecho, en condiciones normales, nuestro cerebro se alimeonta sólo de glucosa.



Dentro de los HC podemos diferenciar HC con un alto índice glucémico (IG) e HC con un bajo índice glucémico. De esta forma, esos HC que tienen un índice glucémico bajo se irán liberando a sangre poco a poco, dándonos por tanto energía durante todo el día, mientras que aquellos que tienen un IG alto, se absorberán rápidamente, provocando un pico de glucosa en nuestro cuerpo, que no seremos capaces de gastar inmediatamente.

Los alimentos integrales (pan, arroz, pasta....) tienen mayor cantidad de fibra,
por lo que su comportamiento varía,  tardan más en absorberse y por tanto,
 no seguirían el patrón de la primera curva.


De esta manera,  vamos a tener un exceso de HC en sangre que nuestro cuerpo no esta gastando y además, nuestras reservas estarán a tope, entonces ¿Qué hacemos con esos HC? Pues nuestro cuerpo, que es muy sabio, los transformará en grasas, y las acumulará en el tejido adiposo.



Es por este motivo, por lo que, cuando vayamos al súper y miremos las kcal de un producto, no sólo debemos fijarnos en las kcal totales, si no, en la calidad de esas kcal; alimentos con mucha cantidad de azúcares (hidratos de carbono simples) es más probable que acaben acumulándose en nuestro cuerpo como si fuesen grasas.

¡Un saludo a todos! Y feliz semana santa =)

martes, 15 de marzo de 2016

Bacalao con pisto


Haga clic en Opciones

El otro día os subía una foto a insta de un plato de bacalao con pisto; y, aunque es súper sencilla de hacer, aquí os dejo la receta.

La verdad es que en el día a día no tengo mucho tiempo para hacer la compra, así que la opción de tener pescado congelado en casa me parece muy práctica. Normalmente lo compro fresco y después ya lo congelo, pero para el bacalao compré unos blisters azules de Capitán Pescanova (supongo que existan mil marcas) que vienen 3 lomitos.

Esta receta nos aporta los beneficios del bacalao, que es un tipo de pescado blanco, es rico en vitaminas del grupo B, potasio y fósforo.


Ingredientes

- Lomos de bacalao
- Calabacín
- Pimiento rojo
- Pimiento verde
- Espinacas
- Tomate triturado
- Especias


¿Cómo prepararlo?

Pues bien, sacáis los lomos a descongelar el día antes (ya sabéis que es mejor que se descongelen con tiempo en la nevera) o si no tenéis tiempo, en una mañana a temperatura ambiente se descongelan de sobra.

Una vez descongelados, ponemos agua a hervir en una cazuela, y una vez que llegue a ebullición, añadimos los lomitos, y los dejamos entre 4-5 minutos. A este agua no le añadáis sal, ya que como sabéis el bacalao de por sí, es un pescado bastante salado. Después de esto, sacamos el bacalao del agua y reservamos.

Mientras tanto, vamos preparando la cebolla, los pimientos y el calabacín cortados en daditos, y ponemos a sofreir en una sartén; una vez que estén doraditos, añadimos las espinacas, y damos vueltas mientras la mezcla queda salteada.


Cuando ya esté salteada, añadimos el tomate triturado (yo lo puse a ojo, más o menos 2 cucharadas por persona), las especias y dejamos unos minutos que se caliente y coja sabor.

Por último, en la misma sartén añadimos los lomos de bacalao, para que cojan el sabor de las verduras, y tras dejar 1-2 minutos, ya tendremos el plato listo para comer =)


¡¡A disfrutarlo!! =)

jueves, 3 de marzo de 2016

Reflexión

Hoy mi entrada es más bien reflexiva.

La voy a comenzar hablando sobre un congreso en el que estuve ayer, FarmaForum.  El evento era sobre farmacia, por lo que no voy a detallar aquí todo lo que aprendí, pero si hubo una conferencia que me llamó mucho la atención, y que creo que se puede aplicar al mundo de la nutrición.

Aquí os dejo una foto mía con parte
 del programa del evento


Era acerca de los nuevos avances que va a haber en medicina, sobre los que se están investigando y haciendo pruebas, y la verdad, hay multitud de novedades que creo que jamás nos las podríamos haber imaginado, os pongo uno de los ejemplos que más me llamo la atención, y es que Google X está investigando unas nanopartículas que viajan por la sangre, y detectan células cancerígenas, patógenas.... ¿A alguien se le podía pasar por la cabeza que esto pudiese llegar a existir?



Pues bien, aquí comienzo mi reflexión sobre el mundo de la nutrición, y es que; al igual que este ejemplo que acabo de mencionar en el párrafo anterior ahora mismo nos parece surrealista, ¿Cómo creéis que avanzará la nutrición? 

Si nos remontamos años atrás, o más fácil, si vamos a pasar una semana con nuestros abuelos, podemos ver que los menús consistían siempre en platos de cuchara y guisos; para los cuáles utilizaban 100 kilos de aceites, harinas, pan rallados.... Y de postre, unas natillas casetas, un arroz con leche.... la fruta y los yogures no es que fuesen los postres más habituales.


Ahora bien, pensad en vuestros menús diarios, ¿Cuántos platos de "cuchara" coméis a la semana? Apuesto a que la mayor parte de vosotros no llega ni a 2; y ¿guisos?

Y es cada vez estamos más mentalizados acerca de la importancia de cuidar nuestro cuerpo, de comer mejor, dejar de fumar, beber menos... , y no sólo por estética (que por supuesto que también) si no porque cada vez tenemos más información a nuestro alcance de las consecuencias que nos pueden producir determinadas sustancias/ingredientes...

Así que, aquí os dejó la reflexión ¿Qué creéis que pasará en el mundo de la nutrición en los próximos años?