¡Pues otra vez, aquí estoy de nuevo, esta vez con más brevedad!
El otro día, me puse a investigar un poco las opciones del blog, puesto que me habíais comentado varios que no os dejaba comentar (en la página del facebook he explicado paso por paso como hacerlo), y vi un comentario de Laura de hace tiempo pidiéndome que hablase sobre el gluten y la enfermedad celiaca; pues bien, ¡a ello voy!
Para hablar de la enfermedad celiaca, comenzaremos hablando
del gluten; ¿Qué es el gluten?
Al hablar de gluten, hablamos de un conjunto de péptidos,
que son parte de las proteínas, que se encuentran en determinados cereales; el
trigo, la cebada, el centeno y la avena.
En la digestión, nos cuesta más digerir estos péptidos, lo
que provoca que lleguen al intestino delgado intactos. Si nuestro intestino está sano, o no tenemos
la enfermedad celiaca, el gluten no nos hará ningún daño.
Sin embargo, ¿Qué ocurre si tenemos la enfermedad celiaca?
En la enfermedad celiaca, cuando el gluten llega al
intestino delgado, pasa al epitelio del intestino, y provoca una inflamación
que va a desencadenar un daño de las microvellosidades del intestino.
Las microvellosidades son una especie de “pelos” del
intestino, que su función es aumentar la zona de contacto de la pared del
intestino, de esta manera, habrá más contacto con los alimentos que pasan por
él, y se podrá aumentar la absorción de los nutrientes.
Para hacernos una idea, sería como una especie de "radiador", cuando queremos secar los calcetines, los ponemos entre el radiador, porque´tendrá más zona de contacto con el radiador que si los colocamos encima, y así se secarán mucho más rápido.
Pues con la comida es igual, cuanto más zona de contacto tenga la comida con el intestino, más se absorberá, y más nutrientes podremos utilizar.
Volviendo al gluten, como decíamos, provoca un daño en las
microvellosidades, haciendo que estas se vayan “aplanando”, es decir, va
disminuyendo su zona de contacto con la comida.
Si la exposición al gluten es prolongada, el daño a estas microvellosidades será mucho mayor, lo que va a provocar
que los nutrientes no se absorban, o se absorban en mucha menor cantidad.
Cuando la enfermedad celiaca se da en niños, suele provocar
síntomas intestinales y/o problemas de crecimiento. Sin embargo, en adultos,
suelen ser más frecuentes los síntomas extraintestinales.
Síntomas frecuentes de la enfermedad celiaca:
- Diarrea
- Vómitos
- Dolor abdominal
- Anemia
- Problemas de huesos (hay una menos absorción de calcio, y un déficit de vit. D)
- Retraso del crecimiento
- Anorexia
- Cansancio
Ahora bien, ¿Qué debemos hacer?
Lo primero que hay que saber una vez que nos diagnostican
esta enfermedad, ES QUE NO REMITE, es decir, vamos a tener celiaquía de por
vida, habrá veces que estemos mejor, y otras peor, pero es MUY importante no
tomar en ningún momento alimentos con gluten; puesto que volverá a originar un
daño en las microvellosidades.
En el día a día, sólo hay un inconveniente, no se puede
tomar ningún alimento que tenga gluten; trigo, cebada, centeno y avena. De
manera, que no podremos tomar pan normal, ni pizza normal, ni ningún alimento
que este hecho con harina de trigo, ni por ejemplo, la cerveza; porque como
todos sabéis está hecha a partir de la cebada.
Dicho así, parece un gran impedimento, y que nos hemos
quedado sin la mayoría de las comidas; pero la realidad es que cada vez son más
las marcas comerciales que tienen productos sin gluten (cada vez se encuentran
en más sitios, pero si no sabéis donde conseguirlos, seguro que en cualquier
farmacia de vuestra ciudad tienen).
Consejos a la hora de seguir una dieta sin gluten.
- No consumir ningún alimento con gluten
- No freir alimentos en aceites que previamente se haya usado para freir algún alimento con gluten.
- Se podrá tomar sin ningún problema cualquier alimento que no contenga esos cereales, tales como: huevos, leche, carnes, pescados, legumbres, tubérculos, frutas, verduras, hortalizas, azúcar y cereales sin gluten, como pueden ser el arroz o el maíz.
- Hay que tener mucho cuidado con las etiquetas; aparentemente nos puede parecer que un yogur no puede llevar gluten, pero quizás tenga trocitos de algún cereal, y entonces ya tendríamos que excluirlo de la dieta.
- A la hora de elegir los productos de los que hablábamos antes, es importante comprobarlo en las listas que tiene la FACE y que actualiza periódicamente, de los productos que realmente no tienen gluten (hay productos que dicen que no tienen, y eso no se ajusta del todo a la realidad).
- En pastelerías, hornos, etc. también hemos de tener cuidado, pues muchas veces, el pan sin gluten en sí, no tiene gluten, pero han utilizado los mismo instrumentos que para hacer el pan convencional y pueden contener trazas.
Antes de acabar este post, me gustaría hacer una notificación; últimamente, se ha puesto muy de moda la dieta sin gluten, me gustaría recalcar que desde el punto de vista científico NO hay ningún estudio que demuestre que la dieta sin gluten tiene cualquier beneficio sobre la salud en el paciente sano. Por lo tanto, está totalmente contraindicado seguir una dieta sin gluten si no se padece la enfermedad celiaca.
Espero que os haya servido el post, y perdón a Laura por el retraso.
Un saludo, ¡Hasta la próxima!
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